Nuestro equipo de voluntarios de A+A, liderado por Madelene Dailey, Manuel Bradley Zavaleta, Reily Gibson y Elenor Selzer pasaron seis meses construyendo relaciones con la organización Amazing Grace Conservatory y también con los residentes locales antes de dibujar un solo boceto para arreglar el problema de almacenamiento. Al atender las presentaciones de AGC, recorrer el vecindario a pie y organizar eventos públicos, lentamente construyeron la confianza de todas personas afectadas que se requeriría para hacer del diseño del sistema de almacenamiento resultando en un proceso colaborativo.

Después, A+A organizó talleres de arquitectura con jóvenes de AGC para comprender sus necesidades de almacenamiento y equiparlos para que tengan voz y voto en el proceso de diseño. Como los más afectados por la actual falta de almacenamiento, los líderes de A+A sabían que los jóvenes tendrían las mejores ideas sobre lo que se necesitaba construir. Al diseñar juntos, los líderes estudiantiles de A+A y los jóvenes de AGC podrían construir un sistema de almacenamiento que los jóvenes se sentirían orgullosos de usar.

A continuación, los líderes estudiantiles de A+A organizaron talleres de arquitectura con los jóvenes de AGC para comprender sus necesidades de almacenamiento y equiparlos para que pudieran opinar sobre el proceso de diseño. Como los más afectados por la actual falta de almacenamiento, los líderes de A+A sabían que los jóvenes tendrían las mejores ideas sobre lo que se necesitaba construir. Al diseñar juntos, los líderes estudiantiles de A+A y los jóvenes de AGC podrían construir un sistema de almacenamiento que los jóvenes se sentirían orgullosos de usar.

Antes de entrar en los detalles del diseño del almacenamiento, los estudiantes líderes de A+A pidieron a los jóvenes de AGC que pensaran grande. Que soñaran sobre sus carreras futuras, las esperanzas de sus vecindarios y sus visiones de un Conservatorio ideal. Los jóvenes hablaron de sus sueños de convertirse en actrices famosas y productores musicales, y rápidamente relacionaron los recursos de su espacio con su éxito futuro. Un estudiante soñaba con construir un estudio de grabación de medios en el Conservatorio para poder grabar canciones y compartirlas con un público más amplio en línea. Esta primera parte del taller inspiró a los jóvenes a pensar más profundamente sobre cómo sus espacios afectan sus vidas.

Los jóvenes tenían una intuición increíble para la arquitectura y rápidamente pudieron dar consejos sobre el diseño. Al principio, los diseñadores de A+A pensaron que un sistema de almacenaje simple en forma de cubo sería suficiente, pero los jóvenes rápidamente mencionaron necesidades adicionales; necesitaban compartimentos de diferentes tamaños para almacenar materiales más grandes y colgar vestuario. Y más profundo que el desafío del almacenamiento, los jóvenes de AGC también señalaron que no tenían dónde sentarse cuando tenían descansos; ¿podría el sistema de almacenamiento incluir también asientos? También querían poder conectar un cable de extensión para cargar teléfonos dentro del compartimento. Y, por supuesto, necesitaba decir "AGC". Este taller colaborativo de 30 minutos con los usuarios finales dio como resultado un diseño mejor que los arquitectos solos nunca consideraron.

Fabricado en madera contrachapada y construido a mano por voluntarios de A+A, el diseño final de almacenamiento consistió en dos conjuntos de cubículos de almacenamiento versátiles de 9 unidades que se transforman fácilmente en piezas multifuncionales: asientos, mesas y contenedores de almacenamiento adicionales. Con la comodidad de las ruedas, las unidades se pueden mover a cualquier lugar dentro del espacio de AGC, al mismo tiempo que se pueden colocar cables de extensión para cargar teléfonos. Conectadas de forma segura a la pared para evitar que se vuelquen, las unidades ofrecen adaptabilidad y practicidad en cualquier espacio, todo gracias a la colaboración entre el equipo de diseño de A+A y los jóvenes de AGC.